top of page

Palpitando
el Centenario
to


Grupo scout Don Ernesto Pilling
100 años.

Nuestro Grupo


Nuestro Grupo Don Ernesto Pilling, como lo llamaban sus scouts, era una de esas personas que se recuerda por ser un ejemplo. Su recuerdo se mantiene aun en la memoria de aquellos quienes lo conocieron. Los que no mantenemos la imagen de su persona física, lo recordamos a través de su obra, nuestro Grupo Scout Don Ernesto Pilling, con más de treinta años, siendo ya un adulto inició en el pequeño ing. White, el movimiento que años atrás había hecho triunfar su compatriota, Lord Baden Powell.
El Capitán Pilling nos dejó su ejemplo de hombre y scout, manteniéndose viva la llama que él encendió al fundar la Segunda Compañía del país y la más antigua que funciona en la actualidad. Don Ernesto Pilling nació en Colne, Inglaterra, el 18 de abril de 1877. Antes de su llegada al país, su vida nos es poco conocida. Cuando en 1906 llegó a la Argentina, lo acompañaba su primera esposa, Eva Maud Neroey. Con ella tuvo tres niños: Ernest Lascelles, Henry y Dorothy Heaton. Todos en Ingeniero White conocían al Jefe de la Usina Eléctrica del Ferrocarril: sus empleados, vecinos y conocidos estimaban a ese hombre de ojos claros y voz calma. Pero esa estima no constituyó obstáculo para mirarlo con sorna cuando se abocó a la tarea de conformar la primera patrulla scout. A pesar de eso, y muchos otros inconvenientes, su idea y enseñanzas se difundieron con rapidez. Apellidos conocidos de Ingeniero White se hallan presentes entre los primeros scouts: Suttora, Soeterman, Iglesias, Maggi, Ursino, Agnelli, Cúneo, Auday, Ferrari, Lancioni y tantos otros que fueron destinatarios de las primeras enseñanzas.
Así, el movimiento scout hacía su aparición en el pueblo de la mano de un hombre al que todos cuantos lo conocían calificaban de excepcional. El entusiasmo de los muchachos era contagioso, el número de scouts iba aumentando. Con la orlentaci6n de Mr. Pilling empezaron a programar las primeras excursiones, no muy lejos del pueblo y no muy costosas. El Capitán solía salir el sábado por la tarde acompañado por los chicos. Caminaban hasta Puerto Galván o hasta las inmediaciones del arroyo, un poco más allá del Saladero. Con ellos llevaban el equipo de campamento (no muy completo) y la ilusión por la aventura que es natural en todos los chicos. Al llegar a destino instalaban los elementos y realizaban las actividades acostumbradas. El Capitán jugaba y se divertía como el más pequeño de los scouts. Mr. Pilling era pastor evangelista pero nunca trató de inculcar su religión a sus jóvenes discípulos.
El scoutismo no hace diferencia de credos ni religiones: en el scoutismo se halla inserto el principio de fraternidad universal. Ernesto Pilling comprendía esto y es por ello que en la noche, luego del fogón, rezaba en inglés; los que lo escuchaban por primera vez preguntaban cuál era la razón de aquello. El maestro contestaba: "He rezado a Dios por habernos permitido pasar un día feliz. Rezando de aquella manera, no aludía a ninguna creencia en particular pero a la vez el respeto al Señor se, encontraba presente. En 1916 llegó el primer campamento Importante para esa época; Sierra de la Ventana con su cerro Tres Picos ofrecía un paisaje inmejorable para las prácticas scouts. Los muchachos, "mis muchachos", como los llamaba el Capitán, se sintieron felices. Luego vinieron otros campamentos. Ese mismo año 1916 fallece la esposa de Mr. Pilling; los scouts se comprometen a cuidar de su sepultura en el Cementerio de Bahía Blanca. El Capitán continúa con su Compañía de Scouts y se suceden los campamentos. Una anécdota de algunos que compartieron vivencias en ellos recuerdan que Pilling había adquirido una práctica para despabilar a los madrugadores scouts de la Compañía. Al levantarse, temprano, luego de dormir profundamente, los chicos remoloneaban bastante. Don Ernesto pronunciaba entonces a viva voz una especie de llamado indio: ¡Goianna! ¡Goianna! ¡Goianna!, los chicos contestaban: ¡Yabú! ¡Yabú! ¡Yabú!, El método era eficaz: los integrantes de la Compañía aclaraban la voz y se despabilaban. El excelente carácter que poseía Pilling fue una causa del desarrollo de la Compañía: era muy extraño oírlo levantar la voz, alterado. Su paciencia con los chicos era enorme, educaba con el ejemplo. Un recuerdo se mantiene aún en la memoria de uno de los primeros scouts: cierta vez, por la mañana, mientras se aseaban, un niño dijo a otro una mala palabra. Pilling se encontraba próximo y lo escuchó. No gritó. Al terminar con su tarea los scouts se formaron, el Capitán les ordenó que marcharan, menos aquel que a una orden suya debió quedarse. Le ordeno lavarse la boca, sin replicar el chico obedeció. Al terminar, obedeciendo otra orden, tuvo que repetirlo. Extrañado, se animó a preguntar porque: el Capitán no lo sermoneó, simplemente contestó: "Parece que algunos scouts tienen la boca muy sucia". El niño se sintió avergonzado, esa frase venida de labios de Mr. Pilling era más dolorosa que una paliza. Los años fueron pasando y los chicos creciendo. En 1926 Pilling es nombrado inspector local de la Compañía Ing. White por la Junta Ejecutiva de la Asociación Nacional de Boy scouts Argentinos. Los muchachos mayores estaban en condiciones de dirigir ellos mismos las reuniones y Mr. Pilling no quería quitarles responsabilidades. Es por esta causa que muchas veces no dirigía sino que participaba simplemente observando o jugando como cualquier muchacho. En 1931 Pilling debe partir definitivamente a su Inglaterra natal, la semilla que aquí había plantado estaba dando sus frutos. Podía partir tranquilo. En 1938 regresa temporalmente a nuestro país. En Ingeniero White nadie lo había olvidado. Decidió desfilar con los scouts en un acto de festejos patrios. Sus empleados del Ferrocarril y muchos de sus scouts lo reconocieron; se abalanzaron a saludarlo. Por primera vez Pilling rompió con la disciplina; emocionado no pudo concluir el desfile. Luego de unos meses debió partir nuevamente. En su país natal Pilling continuó trabajando por los niños que tanto quería. Para demostrar quizás que el escultismo es para todos fundó una nueva Agrupación Scout, esta vez en un hospital para niños lisiados en Gloucesterahire. En 1954, el 11 de diciembre fallece este hombre que dedicó su vida a seguir el ideal Scout. Su ejemplo moral se prolonga en su obra, la Agrupación Ernesto Pilling de Ingeniero White. Sus enseñanzas de humildad, amor, responsabilidad se han multiplicado por cada uno de los scouts que hacen honor a su uniforme. Esperamos seguir como lo hubiera deseado a Mr. Pilling, "Siempre listos".





13343_1250356815110_238855_n.jpg

viejo cuartel.jpg

8425_103361983014493_2366851_n.jpg

13343_1250356815110_238855_n.jpg
1/7
bottom of page